La trata de personas implica el aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad (económica, emocional, de género y/o edad, etc). Afecta la integridad y libertad de las víctimas que pueden ser trasladadas, aisladas e incomunicadas.
Las víctimas suelen ser captadas mediante ofertas de trabajo falsas, enamoramiento fraudulento, engaños respecto de las condiciones de trabajo, o a través de violencia y/o amenazas.
El delito de trata con fines de explotación sexual afecta principalmente a mujeres y disidencias; mientras que el de trata con fines de explotación laboral afecta principalmente a migrantes y puede darse en zonas urbanas (talleres textiles o trabajo doméstico) y rurales (frecuentemente en cosechas estacionales).
Para prevenir este delito, se recomienda tomar precauciones en los distintos casos de la vida cotidiana como por ejemplo en la búsqueda, viajes y entrevistas de trabajo. También, se recomienda el cuidado de la información personal en la utilización de internet, para evitar otros delitos como el grooming en niños, niñas y adolescentes.
De manera completamente anónima se puede denunciar la desaparición de personas, prostíbulos encubiertos, avisos de prostitución, reducción a servidumbre o trabajo forzado, y explotación infantil.
En Río Negro, en el año 2014, se sancionó el decreto Nº 1258, que crea el Programa Provincial de Asistencia a las Víctimas del Delito de Trata de Personas. Actualmente, funciona como el área de Coordinación en Situación de Trata dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano, Deporte y Cultura.
Es mediante este organismo desde donde se implementan las políticas sociales destinadas a prevenir el delito; así como la atención a las víctimas; las actividades de prevención, capacitación y sensibilización de la sociedad en su conjunto.