Hoy se recuerda la muerte de 25 jóvenes bomberos, de entre 11 y 25 años, que quedaron atrapados en un incendio de campos en cercanía a la ciudad, luego de que cambiara sorpresivamente el viento impidiéndoles escapar.
Desde el SPLIF se señaló “No busquemos culpables, pero sepamos que combatir un incendio foresta, requiere entrenamiento y capacitación, que los brigadistas llevan a cabo durante la época en que no hay incendios. Ellos se preparan física, técnica y mentalmente para afrontar dichos siniestros”.
“Sólo queda reflexionar y pensar que cuando un brigadista o un bombero voluntario va a un incendio, deja una familia que lo espera preocupada. Evitemos que esto vuelva a ocurrir, concientizando a la población en prevención”.