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Cuidado de la salud

Hantavirus

Enfermedad viral aguda grave, causada por el virus Hanta, presente en la zona andina de Río Negro

Los virus causales son transmitidos al ser humano por roedores silvestresCrédito: Gentileza

La enfermedad por hantavirus es una zoonosis emergente de distribución mundial. Tiene dos formas de presentación en los seres humanos, ambas graves, la Fiebre Hemorrágica con Síndrome Renal (SFRH) en Asia y Europa y, el Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus en América.

Los virus causales son transmitidos al ser humano por roedores silvestres, reservorios naturales de la infección, los cuales presentan una infección crónica asintomática con viremia persistente.  Si bien las infecciones por hantavirus tienen una baja incidencia, son de importancia para la salud pública por su mortalidad, por el riesgo de la presentación de brotes y por el hecho de que no existe un tratamiento específico, por lo que es imprescindible adoptar ciertas medidas de prevención en las áreas donde viven roedores.

El genotipo Andes Sur, asociado a la región patagónica Argentina, tiene una especial significación ya que se ha comprobado que ha causado transmisión persona a persona, aunque también el Andes Buenos Aires.

El ratón colilargo

Distribución espacial y temporal

De los 12 genotipos que circulan en Argentina, 9 son los relacionados con el Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus (SCPH). El genotipo Andes Sur es el que se encuentra en la zona Patagónica (sur de Neuquén, oeste de Rio Negro, oeste de Chubut y oeste de Santa Cruz) y es el responsable del 10,8% de los casos en Argentina. Si bien en morbilidad, esta zona ocupa el tercer lugar, luego de la zona central (Buenos Aires, Santa Fé, Entre Ríos y sur de Córdoba) y noroeste (Salta, Jujuy y Formosa), la tasa de letalidad asociada al genotipo circulante es mayor que en estas últimas, supera el 40,5%. 

En la zona patagónica, el Oligoryzomys longicaudatus (Colilargo patagónico) es el reservorio, especie perteneciente a la familia Muridae, subfamilia Sigmodontinae.

En la vasta región patagónica de Argentina, encontramos al Colilargo Patagónico, conocido científicamente como Oligoryzomys longicaudatus. Este roedor es parte de la familia Muridae y la subfamilia Sigmodontinae.

Hábitat y Comportamiento del ratón colilargo

El Colilargo Patagónico se encuentra principalmente en los bosques andinos y zonas cercanas a la estepa. Aunque prefiere los ambientes silvestres, también puede habitar en áreas rurales, periurbanas e incluso en grandes parques urbanos, siempre que haya acceso a cuerpos de agua. Es adaptable y puede vivir en una variedad de entornos, desde matorrales hasta bosques densos y áreas semiáridas. Presenta una alta capacidad de adaptación a los hábitats peridomésticos.

Este roedor tiene un cuerpo pequeño que mide alrededor de 9,5 - 10 cm de largo, con una cola aún más larga de unos 12 - 13 cm. Sus orejas son pequeñas y sus ojos grandes. Destacan por su habilidad para saltar, gracias a sus tarsos bien desarrollados y su larga cola.
El Colilargo es ágil, movedizo, siendo un excelente escalador y muy nervioso. Es reconocible por su actividad principalmente durante el crepúsculo y la noche, cuando se desplaza realizando saltos similares a los de un canguro.

Presenta conductas territoriales bien definidas, que desencadenan agresividad y eliminación del competidor, ocupando todos los tipos de hábitats disponibles con presencia de fuentes de agua.

Reproducción y Ciclo de Vida
Las hembras alcanzan la madurez sexual en pocos meses y pueden tener hasta 3 camadas al año, cada una con 3 a 5 crías. Estos roedores muestran actividad durante todo el año y su ciclo de vida suele ser de uno a dos años, con una mayor mortalidad en otoño e invierno.

Alimentación y Refugio

El Colilargo es principalmente granívoro-frugívoro, pero su dieta puede variar según la estación y la disponibilidad de alimentos. Las poblaciones aumentan rápidamente cuando hay alimentos disponibles y disminuyen rápidamente cuando se agotan los alimentos.

Se refugia en madrigueras, grietas, troncos huecos, nidos abandonados de aves y ocasionalmente dentro de viviendas o galpones cercanos a su hábitat natural.

Los números de roedores en una zona pueden cambiar mucho dependiendo de cuánta comida haya y cómo esté el clima. Por ejemplo, en primavera y verano, hay más roedores porque es cuando se reproducen más. Al principio, después del invierno, hay menos porque algunos no sobreviven, y los que lo hacen son principalmente adultos. Pero luego, cuando empieza la primavera, tienen más crías y la población crece mucho hasta el final del verano.

A veces, hay lo que llamamos "explosiones o ratada" de roedores. Esto sucede en áreas donde hay mucha comida y el clima es bueno para ellos. Entonces, tienen más crías y más veces al año. Pero estas explosiones no ocurren en todas partes todo el tiempo; dependen mucho de cómo esté la comida y el clima en esa zona específica.

Importancia para la Salud Pública

Una de las preocupaciones asociadas con el Colilargo Patagónico es su papel como reservorio de enfermedades, como el Hantavirus. La infección por Hantavirus en los roedores puede variar entre el 6% y el 13%, pero a veces puede llegar hasta el 50% en ciertas épocas del año, especialmente en primavera.  

Dónde buscar asistencia

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